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Mi Tijuana, la que Recuerdo

By December 28, 2015 December 31st, 2015 No Comments

Vista-panoramica-del-Centro-Cultural-Tijuana-Credito-Victor-Roque

 

He conocido Tijuana desde chico, cuando vivía y crecía en Mexicali. He andado por sus calles, sus colinas, sus rumbos. He conocido sus luces, sus ruidos, sus atracciones. También sus tentaciones. He gozado su comida, la que se vende en la calle y la de sofisticados emporios gastronómicos. Conozco su gente, que en realidad es la mía, la de mi tierra cachanilla. No hay mucha diferencia. He conocido sus mercados y en ellos me he hartado de lo bueno. Tamales recién hechos, mariscos, tacos y dulces de todos los rincones de nuestro México. En cierta forma, si me lo permiten, Tijuana es mía.

Hace ya más o menos quince años que escribí este poema, el que aquí les comparto. Me costó escribirlo, pues era difícil decir lo que mi corazón sentía. Lo subí en un grupo cibernético de esa ciudad hace ya un año. Creo les gustó. Lo repito porque así debe ser cuando uno siente esa admiración sincera por alguien que quiere y a Tijuana yo la quiero. Se los puedo jurar.

Me contaron recientemente que Tijuana ya no era la misma, la que yo describo en el poema. Que ya no era de tentaciones ni de luces ni de ruido. Que era ahora de arte. Acá entre nos, hace tiempo que no la veo, desde el 2010. Lo debo admitir, es posible que haya cambiado. Sin embargo, para mí Tijuana siempre será lo que fue en antaño. Una gran dama, una gran señora y una doña entre doñas.

Espero les guste el poema. Saludos. (Imagen sacada del Internet para ilustrar el relato).

 

Tijuana

 

Tienes los aires de doña,

acostumbrada a lo bueno,

los dones de gran señora,

la gracia del mundo entero,

la tentación tú la alientas

con tus luces, tus placeres,

son tus joyas las mujeres,

el hombre, tu prisionero.

 

Mercado de artesanía,

del tesoro de mi pueblo,

maquiladora del mundo,

empleadora de afligidos,

refugio de nuestra gente,

ayudar es tu destino,

faro fiel, fuente de fe,

de navegantes perdidos.

 

Eres, Tijuana, la balsa

que vence las bravas olas,

escala de los que emigran,

firme pilar de esperanza

de mi tierra mexicana,

y aunque tú no me lo digas,

en tus venas trasnochadas

corre sangre de paisana.

 

AUTOR: Pedro Chávez