FOTO: Rancho en el valle de Mexicali parecido al de la familia de Martita. Imagen de dominio público. Antes de que aprendiera a caminar, Martita era ya un torbellino. No se quedaba quieta. Movía las manos, miraba para todos lados, gritaba, se reía, y una vez que pudo gatear, se escabullía por todos los rincones de su casa. Era curiosa también y recogía e inspeccionaba todo lo que encontraba en su recorrido. En una…
Pedro ChavezJanuary 5, 2016